Que problema! la guagua era automática y tuvo a punto de quemarse subiendo.
Destapamos en bonete y el motor parecía una chimenea de tanto humo que botaba.
El pobre chofer “Yillo” eso fue agua y a gua y nada de enfriarse.
La gente desinquieta en la guagua y Herman riéndose por dentro diciendo – “he he! todavía no e na faltan como cuatro subía ma”.
La guagua estaba tan caliente que la gente casi se derrite del caliente.
Herman y Nicolás “los dos bin laden de esta historia ya estaban felices y hasta llamando sus contactos para decirles que ya la travesía había comenzado mientras Julio Cesar y Manuel se miraron dudoso preguntándose de que travesía están hablando? (mas adelante les explico lo de por qué Bin laden).
Uno de los que nos presto la manguera en la granja era me parece que era gay y se quedo mirando a Manuel loco por montase con él en la guagua para enamorarlo.
Agua que agua con la guagua…
Hasta que por fin arranca.
La gente ya estaba loca por llegar.
Cuando a la vista se alcanza a ver la “casona” de Hipólito Mejía.
Por fin llegamos! Bajen los motetes de la guagua y nos vemos en el arriba en el salón –Dijo Nicolás.
Todos reunidos en el salón se les dice parte de las actividades de esa noche.
Robín reparte los dormitorios, mientras Morena De olio Dijo: Espérate Robín que eso tu lo estás repartiendo mal, quien te dijo a ti que aquí hay una habitación que se llama yuca?.
Nicolás había dado la bienvenida y mencionado el programa completo luego pasa el micrófono a morena quien dijo: Aquí nadie va a hacer desorden ni a nadie le puede guardar comida a nadie concho!! El que no esté a tiempo en el comedor se jodio.
Herman pensando: miercole! Hablando de comedor y de comida yo tengo una hambre del diache, -Herman tenía tanta hambre que le pidieron la palabra y dijo que no que el habla después.
La gente también ya estaba harta de tanto Bla bla bla, se quedaban mirando al horizonte pensando en la cena.
Francis dijo: ya déjense de vainas y vámonos a cenar.
Pero Julio Cesar dijo: Mire carajo aquí nadie va a comer hasta que yo termine de hablar.
Y estos fue los rostros de desesperanza y “Quiye” de la gente...
